Nota de un “cabreado”,
que vale la pena reproducir.
Soy una persona con diversidad funcional (discapacidad) severa que preciso apoyos constantes para realizar las actividades básicas de la vida diaria, incluso preciso un respirador más de 12 horas al día, y me desplazo en silla de ruedas.
Durante un tiempo he enviado artículos de opinión relacionados con la supresión de la gratuidad de la prestación farmacéutica para los discapacitados severos y otros relativos a la insuficiencia de la cobertura económica. En estos dias me he enterado del fallecimiento de tres amigos afectados por el sindrome postpolio, producto de la epidemia de finales de los 50 y principios de los 60, motivada por la no vacunacion en España. Ahora se han ido en el fragor de la retirada de apoyos personales y sanitarios, por eso no puedo mirar para otro lado y he juntado las cuatro letras que adjunto.
No procederá la difusión de mi escrito, por su baja calidad y extensión, pero le ruego que se haga eco de esta situación. La única trinchera que defiende sus derechos es la informativa, los periodistas tienen la oportunidad de hacer llegar las preguntas y problemas de la sociedad a los dirigentes políticos y administrativos.
Simplemente con que pidan a los departamentos oficiales de las administraciones que se pronuncien sobre las cuestiones es suficiente para mantener vivo el cauce de contacto de los ciudadanos con quienes administran nuestros impuestos.
Vicente Valero
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