Las huellas de la Guerra Civil duraron en Málaga demasiado tiempo. Franco decía que “Mñálaga es una ciudad enemiga” y como enemigos nos trató su régimen, de manera que dos generaciones de malagueñitosd c recimos este esc omberos y muros a cachos.
Una de las maravillas que las hordas enloquecidas incendiaron antes de la guerra, fue uno de los edificios señeros de la ciudad donde era su primera imagen marítima), el PALACIO DE LARIOS. >Yo sólo conocí unos cimientos entre escombros.
En mi niñez, vi perforar los cimientos de La Equitativa, esa monstruosidad impresentable de Málaga que aparece en más imágenes de la cuenta; toda esa parte de Málaga es relleno y no paró de salir agua, debiendo inyectar montañas de cemento para tan feo resultado. Tradicionalmente, hemos tenido muy mala suerte con los responsables de urbanismo, y creo que ha sido así –al menos- desde que Napoleón incendió la ciudad el 5 de febrero de 1810 (¡qué mala suerte nos trae siempre febrero!), haciendo desaparecer la mítica MALAGA LA BELLA.
lunes, 23 de diciembre de 2013
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