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Es posible que convenga reflexionar sobre si
queremos más o son suficientes para la dimensión contemporánea de la ciudad.
Aunque sepamos que Málaga es todavía una ciudad embrionaria que seguramente
superará a Barcelona antes de final de siglo, por ahora deberían bastarnos pero
no podemos perder de vista que no tenemos el Museo del Mar que la historia de
la ciudad nos exige organizar.
Ahora, la orientación económica, industrial, y
social que inspira nuestra vida, obliga a considerar que necesitaríamos dos o
tres universidades libres, independientes, no mediatizadas y muy técnicas. Son
posibles y no utópicas; bastaría con dedicar el mismo empeño empleado los últimos
años en atraer museos establecidos e importantes. Málaga necesita una universidad del silicio, que complemente
esas -por ahora- soñadoras iniciativas de “Málaga Valley”, “tech”!, etc.
Podemos intuir cuál universidad muy prestigiosa y especializada estaría
interesada en abrir una sección en Málaga. También, habría que tantear a las mejores
universidades técnicas alemanas. Asimismo, necesitaríamos que una tercera
universidad se encargara de elevar los listones para la creación literaria (tan
practicada aquí), la cinematografía y las artes escénicas. Si se cuentan los esfuerzos económicos dedicados a los museos, sabiendo que las cuentas saldrán siempre a favor de Málaga digan lo que digan los que tanta propaganda preelectoral hacen, con las universidades “concesionarias” sería igual o mejor. Rendirían muchísimo más de lo que nos pudiera costar convencerlas de abrir secciones aquí.
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