"La desbandá" fue mi novela de mayor venta. Permaneció todo un año en las listas de exitos de España.
Como ex emigrante un tasnto exiliado, mi visión de la Guerra Civil española distaba y dista mucho de tenbdenciosidad o parcialidad. No creo que hubiera buenos y malos, sino malos,mpedrversos y malísimo. Creo que en LA DESBANDÁ fui completamente neutral, pues no endulc éninguna amargura fueera quien fiuese quien la producía. Investiguémuchos añlos y en muchos lugares, sobre todo Londres y Nueva York, como para concluir que hubiera en esa guerra cruel alguien libre de culpa.
Ahora estamos asistiendo a sucesos que se repiten tal como sucedieron durante los terribles años 30.
Asalto de tiendas, encabezxados por un demagogo bastante ignorante.
Negaciómn absoluta de la autoridad delgobierno, sobre todo por de un racismo demasiado poderoso para que los periódic os les pongan su verdadero nombre... Los periódic os y ciertos desagradables progaramas de telesión hacen lo mismo.Ahora los buenos son losracistas-separatistas-marginadores.Los demássomos todos malos.
LO MÁS LLAMATIVO ES QUE UNO DE LOS SINDICATOS MÁS "PODEROSOS" (con reservas, si contamos los afiliados que de verdad tienen), MANDA A SUS PIQUETES A CHANTAJEAR A UNA JUEZA PARA OBLIGARLA A QUE DEJE DE INVESTIGAR SUS DELITOS.
Nadie olvide que los dos principales líderes sindicales viven como obispos o ministros, y, como todos los políticos españoles, su primera preocupación es defender sus privilegios.
Estamos aviados.
sábado, 12 de octubre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario