Incluso Hitler tuvo ayudantes judíos al principio de su mandato, antes de decidir exterminarlos.
Los charnegos renegados y abducidos que ahora se sientan en sillones del poder barcelonés,creen haberse ganado el cielo al mostrarse más papistas que el papa ( o sea, más nazionalistas que los naziolanistas)
No comprenden que la dinámica histórica que tratan de poner en marcha el cabeza más cuadrada y el vendedor de guardias civiles acaba inexorablemente con cámaras de exterminio de los charnegos.
Ni siquiera los Bruguera Sánchez o los Martínez Ripoll se salvarán.
lunes, 2 de agosto de 2010
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