Cuando yo era niño, nuestros padres nos propinaban palizas
propias de la Inquisición y no sólo no eran castigados, sino que los vecinos
alababan “la energía del padre enseña disciplina a su hijo”
Después, no sólo se ha convertido en delito dar un simple
sopapo una madre a su hijo revoltoso, sino que consienten hasta a niños de 16
años que lleven a sus novias a follar en casa de sus padres.
El culto extremado a lo juvenil ha devenido en la sociedad
española contemporánea en un desprecio total a todo aquel que se jubile. Desde
las pensiones misérrimas, la desatención clamorosa de la SS y las dificultades
institucionales a cada paso, hasta el tuteo indiscriminado, la conmiseración de
jóvenes maleducados y el desprecio gubernamental..
En otras sociedades,
ser viejo es motivo de respeto y veneración familiar.
EN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
ACTUAL, PARECE QUE SE DECRETARÁ PRONTO LA IMPOSICIÓN DE LA EUTANASIA A LOS 60
AÑOS, como en aquella pavorosa película “Soylant green”. SOBRE TODO, A JUZGAR POR EL TRATO QUE LA SANIDAD DE LA JUNTA DE LAS CONCEJALAS DA A LOS VIEJOS.
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