La opinión de Málaga publica
hoy 17 de noviembre un reportaje sobre el parque Virreina, resultado de un
paseo en el que yo actué de guía del articulista Alfonso Vázquez.
La Virreina, posible futuro de
ocio
El escritor
malagueño Luis Melero propone que este espacio verde incluya un parque
acuático, varias ventas y un parque de atracciones
LA OPOINION
DE MÁLAGA alfonso
vázquez 17.11.2014
Las 57
hectáreas del parque periurbano de la Virreina se abrieron en 2003 con una
inversión de 3 millones de euros de la Unión Europea. En todo este tiempo, el
Ayuntamiento no ha sabido muy bien qué hacer con él salvo, en líneas generales,
dejarlo a su aire.
Con la
excepción del primer tramo de entrada, el resto parece mantenerse así, a su
aire, y eso tiene sus inconvenientes, como dan prueba la amplia red de caminos
resquebrajados y los cíclicos aportes de basura de los vecinos menos cívicos.
Cuando el
escritor Luis Melero pasea por estos caminos lo hace por el paisaje de su
infancia. «De niño lo he recorrido todo y aunque no soy consciente de haber
pasado hambre, todos mis juegos eran ir a robar algo, robar higos», explica.
Luis Melero señala la única casa que queda en pie de la antigua finca de la
Virreina, reconstruida por el Ayuntamiento y hoy, incubadora de empresas.
La relación
del autor de novelas tan recordadas como Cal viva o La desbandá con este
espacio de olivos y algarrobos, tomillo y romero, también tuvo su parte
institucional hace casi 20 años, cuando el entonces concejal de Urbanismo, el
hoy alcalde Francisco de la Torre, le encargó buscar un lugar para un
anfiteatro. Lo encontró en una de las suaves lomas de este parque periurbano,
con vistas envidiables de Málaga: en lugar de Asia, Europa y Estambul, como en
La canción del pirata, el parque tiene a un lado Ciudad Jardín, al otro el
Monte Coronado y enfrente, los verdores de La Concepción.
El paso de
los años y la constatación de que esta zona verde no sale de su parálisis, a
pesar de ser el doble de grande que el Campamento Benítez (28 hectáreas), donde
sí están puestas las miras institucionales, han animado al autor a lanzar una
propuesta: «Hay un parque romántico en Coimbra que es incomparablemente más
pequeño lleno de colinas, y a mí hace muchos años se me ocurre que a este
parque de La Virreina se le podría sacar dinero, aunque habría que invertir
mínimamente».
Luis Melero
destaca que salvo Madrid, no hay una ciudad española «con un parque de estas
dimensiones» pegado al casco urbano. Y mientras camina, el escritor señala al
norte, en la zona limítrofe con la autovía, unas lomas que, propone, podrían
acoger un parque acuático. «El sitio sería un parque acuático ideal y además le
haría muchísima propaganda a Málaga».
En su
opinión, hay terreno suficiente para compartir el parque, además, con un parque
de atracciones como el de la capital de España e incluso instalaciones del tipo
de Faunia, el parque zoológico de Madrid. Además, señala que la zona verde
podría contar «con cinco ventas», suficientes para llenar de vida un parque
periurbano en el que en la actualidad es muy raro cruzarse con más de cinco
personas durante un paseo largo y en el que tampoco es muy seguro andar solo –y
quizás esta sea la causa de la escasez de personal más que la amplitud de los
terrenos–.
La segunda
mujer de Bernardo Gálvez.
Luis Melero también recuerda la teoría que barajaba el desaparecido Antonio
Canca, policía y experto en la historia de Málaga, de que esta finca hubiera
pertenecido a Ana de Zayas, segunda mujer de Bernardo de Gálvez. «Según Canca
esta finca era suya y tenía un castillo allí arriba –señala– yo recuerdo haber
visto ahí de niño unos arcos, a lo mejor era una simple alquería o un cortijo»,
cuenta.
En todo
caso, otro elemento atractivo para este espacio verde. Y ahora llega la
pregunta del millón: ¿Cómo echar a andar una propuesta así? Para Luis Melero,
sería imprescindible la creación «de un comisariado independiente, algo así
como una asociación ciudadana que contactara con las empresas». De paso, la
iniciativa privada se encargaría de repoblar el parque.
A su juicio,
la inversión municipal sería mínima con el respaldo privado y sólo tendría que
hacer obras como el arreglo de los caminos, hoy en una buena parte
impracticables e incluso con riesgo para los paseantes en muchos tramos ya que
aparecen roturados por torrenteras de respetable profundidad.
«La gestión
se realizaría mediante concesiones», destaca, y en cuanto a la gestión, cree
que gestionado de forma adecuada sería un éxito, «porque en Málaga hace falta
un parque de atracciones».
Luis Melero
desciende por una colina llena de basura y profundas grietas hasta La Palma.
Lanza la propuesta y confía en que este paisaje de su infancia sea algún día
algo más que un parque abandonado a su suerte.
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