Desde que Susana Díaz fue elevada al poder por su jefe Griñán a la manera
de Corea del Norte, su oficina de propaganda trabaja sin descanso: entre otras
muchas excentricidades, “entrevistas” (inútiles) programadas para que su propio
fotógrafo tomara instantáneas que distribuir a los medios, hasta declaraciones
sobre su “liderazgo” por parte de su padrino y otros individuos.. Carente de
carisma dentro de los límites de su personalidad, le está ocurriendo como a
Aznar. Este carecía por completo de carisma hasta que se lo proporcionó Eta
atentando contra él. Díaz es tan anodina como cualquier concejala, pero el
carisma se lo están “fabricando” los medios de su menguante partido, sus
padrinos y sus hipnotizados adláteres. Ahora, están dispuestos a llevarla a la
Moncloa (¡!!!); con pensar sólo un instante en el binomio Europa-Zapatero, da
para estremecerse.
Mientras tanto, descorazona la timidez o discreción con que aparece
Moreno Bonilla. Frente al ciclón propagandístico que organizan frente a Díaz,
Moreno Bonilla da la impresión de no in mutarse.
Goya, que con tanta
ironía solía ver las cosas, contó en uno de sus grabados que “El sueño de la
razón produce monstruos”. Yo creo que, entre otros problemas, la pobrezaproduce dejadez, incapacidad y… SUEÑO.Al menos en la región dominada por la junta
inventada por el dúo González-Guerra por papanatismo sevillano, la Seguridad
Social se está quedando dormida por inanición, sueño que ya ha producido
algunos monstruos. En concreto, la
prohibición UNIVERSAL de recetar ciertos medicamentos. La torpe regla del SAS
mete en el mismo paquete a niños y ancianos, como si sus problemas y
necesidades fueran los mismos e iguales. Yo puedo ser un
ejemplo, a falta de referirme a alguien que conozca igual de bien que a mí
mismo. Soy diabético; uno de los muchos riesgos de los diabéticos es el de
quedarnos ciegos¸ por ello, se nos convoca a una visita anual al oftalmólogo; hace
tres o cuatro años que en tales visitas, el oftalmólogo me dice que padezco
degeneración macular y que estoy en riesgo de padecer cataratas y que, por lo
tanto, debo tomar diariamente una cápsula de OFTAN MÁCULA. Desde hace tres
años, me encuentro con el mismo dilema: o me privo unos días de COMER, o me
arriesgo a quedarme ciego, porque el SAS se niega a recetarme Oftan Mácula y
exige que lo compre yo… a un costo de 29 euros, cobrando la miserable pensión
mínima que cobro. O sea, el 5% de la pensión que cobro para mal comer. De lo
contrario, llegarán las cataratas y el SAS tendrá que gastar unos cuantos miles
de euros en operarme.
¿ESTA ES UNA FORMA
INTELIGENTE DE AHORRRAR?
Que no se les
recete estos medicamentos a los niños sería razonable… pero no lo es que nos lo
nieguen a quienes nos resultan indispensables, según los propios médicos del
SAS.
España
se tiene a sí misma por una sociedad muy solidaria. Vamos a puntualizar.
Realmente,
España ha dado y da ejemplos a escala mundial de extraordinaria solidaridad a
distancia. Cuando las catástrofes naturales como el Catrina, Fukuyima o el
tsunami del Índico, España fue la sociedad más espectacularmente solidaria de
todo el mundo.
Pero…
ATENCIÓN, ATENCIÓN.
Medite
un momento: Si se entera de que el vecino del piso contiguo al suyo, ese que a
veces pone la música un poco alta, se está muriendo a solas… ¿se apresurará
usted a socorrerlo? Si cuando sale para ir a su trabajo, se encuentra a ese
vecino en la escalera echando las entrañas por la boca, ¿decidirá llegar tarde
a su trabajo para llamar a una ambulancia y cuidar a su vecino mientras la
ambulancia llega?
MEDITE
Y SEA SINCERO.
Yo
me vi obligado a emigrar joven e inexperto. Alcancé la auténtica madurez de
personalidad y carácter en Argentina, Brasil y alrededores. En tales lugares, si
un amigo o simple relacionado te ve con gesto adusto y ojos tristes, no dudará
en preguntarte “¿tienes algún problema?”. Los estadounidenses preguntan en el
mismo supuesto “Are you alrigth? Aunque disimules y te comportes a la manera
europea, ese amigo insistirá y te obligará a aceptar su ayuda aunque te cause
pudor.
Como
mi verdadera maduración personal sucedió sobre todo en el continente americano,
me sorprendió descubrir lo muy europeos que somos los españoles. La letra, con
sangre entra. Hice ese descubrimiento después de pasar bastantes años
gastándome mis ahorros americanos en Málaga, en iniciativas altruistas que
nadie me ha agradecido nunca y que hasta niegan en los historiales. Por mi mala
cabeza de ex emigrante con las raíces desenfocadas, me vi en la miseria casi
total. No sólo no me respondieron los “amigos”, sino ni siquiera mis
familiares. “¿Qué habrá hecho ese con su dinero? ¿Por qué ha dilapidado tanto?”
Condicionado
por mi “educación” hispanoamericana, muy inocentemente pedí ayuda angustiosa varias
veces cuando llegó a faltarme el sustento, y me costó mucho tiempo comprender
cuánto se molestaban esos amigos porque les contara mis dificultades. Ya había
publicado más de once libros (aunque me habían defraudado mis derechos Roca
Editorial y Editorial el Cobre) y, además, tenía el prestigio de haber sido una
vez una especie de “indiano”. Cada una de mis peticiones desesperadas de
auxilio, fueron seguidas por clamores chismosos como “¿En qué vicios se habrá
gastado este tío todo lo que ha ganado?”
SOLIDARIDAD
ES UNA PALABRA CACOFÓNICA y hay que tener mucho cuidado de cómo incluirla en
una frase para que suene bien. Tal vez por eso, no entendemos del todo lo que
significa. Estoy seguro de que no se trata solamente de batir un récor
estadístico en la prensa mundial.
Sólo
conozco una ONG en Málaga, que esté de verdad cerca de las dificultades
inmensas que estamos pasando en esta ciudad condenada por la geopolítica
oficial española. Se llama “Ángeles Malagueños de la Noche”; impresiona ver las
colas que se forman en el pasillo de Santo Domingo cuando reparten comida.
