LOS CHUMBOS, LA IMAGINACIÓN Y LA PRECARIEDAD

He vivido fuera lo suficiente como para echar de menos, durante muchos años, comer higos chumbos, pues sólo he visto comerlos en México y California, donde bajar de Sierra Nevada a Los Ángeles llega a parecer que uno baja los Montes hacia Málaga, por la cantidad de chumberas-nopales que aparecen por todas partes. SON ORIGINARIOS DE ALLÍ Y DE CASI TODAS LAS AMÉRICAS.
Regresé a Málaga el año pasado, con idea de que ha llegado la hora morirme, Quien sabe si por la luz o por el olor a yodo de la orilla del mar, estoy resistiendo un poco, lo suficiente como para haber comido chumbos el años pasado y también éste.
Recuerdo que de niño, encontraba hombres (siempre con aspecto pobre) vendiendo chumbos en algunas esquinas. Sin embargo, en mi adolescencia me parece que no había muchos. El año pasado, vi algunos por el Palo.
Pero lo de esta mañana da para reflexionar sobre la dureza del tiempo que vivimos. En calle Ayala, entre el mercado Huelin y la avenida Echeverría, he contado DIECISÉIS vendedores de chumbos. Les he preguntado a algunos si se espinan las manos y la respuesta ha sido unánime: "Si, hay que aguantarse". Algunos de ellos, sin embargo, usaban guantes de cirujano para pelar las tunas.
No cabe duda de que estos DIECISÉIS vendedores de chumbos son parados desesperados. Pero no tan desesperados como para no usar el magín y procurar hacer algo por su cuenta.
SI TODOS LOS PARADOS DE MÁLAGA ESFORZARAN LA IMAGINACIÓN, PROBABLEMENTE ENCONTRARÍAN INCONTABLES COSAS QUE HACER POR SU CUENTA, ERN UN SITO TAN CÁLIDO Y TAN FERAZ COMO MÁLAGA. DESDE PLANTAS MEDICINALES, A CORTEZAS PERFUMADAS DE ÁRBOLES DE NUESTRAS SIERRAS, CON LAS QUE COMPONDRÍAS SAQUITOS PARA PERFUMAR LAS CASAS.
A los vendedores de chumbos, les contaré que en México hacen unas ensaladas estupendas a base de PENCAS DE CHUMBERAS. Peladas y cortadas en dados, las pencas son una delicia. Ignoro cómo se hace esa ensalada, que lleva otros ingredientes, pero seguro que alguien podrá averiguarlo y convertir así esta planta silvestre en una ocupación productiva para los parados, como los espárragos trigueros, el hinojo y demás