martes, 26 de febrero de 2013

La vocación de escritor no se puede reprimir.

La pregunta sobre si el escritor nace o se hace parece absurda a quienes han sentido desde niños la vocación de escritor.

Cuando los niños son extremadamente imaginativos y gusta de contar mentiras sobre hechos imaginados, están mostrando una inequívoca vocación de escritor. Más adelante, cuando la vocación se perfila como el camino elegido para la propia vida, la necesidad de escribir es tan imperiosa que llega a doler.

La necesidad de narrar, de fabular los hechos imaginarios o reales, es vital.

Si uno siente esa necesidad, debe desarrollar la vocación y afilar las armas (buena prosa con buena sintaxis y gramática en general).

PORQUE LA NARRATIVA ES UNO DE LAS MÁS BELLAS ARTES PRINCIPALES.

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