miércoles, 13 de abril de 2011

MALAGA, SILENTE

Como aquel conmovedor coronel de García Márquez, Málaga no tiene quien le escriba. Se publican tres periódicos impresos de pago y unos cuantos de distribución gratuita. Ninguno es malagueño, ninguno responde a intereses empresariales, sociales o políticos malagueños.
SUR nació en 1937 en sustitución del clásico “Unión Mercantil”, como uno más de los publicados por “Prensa del Movimiento”, de los que era titular el Estado. Instaurada la democracia, todos los periódicos estatales fueron privatizados, generalmente vendidos a unas pocas empresas. SUR no; fueron sus propios empleados los que se hicieron con la propiedad, pero de un modo reprobable. Lo quería comprar Planeta, pero los trabajadores lanzaron una campaña muy intensa para que “SUR siga siendo malagueño”. Unos mil malagueños picaron, resueltos a que nadie pudiera condicionar la malagueñidad de Sur. Pero a la hora de la verdad, los empleados no disponían de fondos suficientes para redondear el precio a pagar; por ello, con la ayuda del PSOE consiguieron créditos blandos a través de diversos organismos, la Diputación principalmente. Llegó la privatización, pero no pasó demasiado tiempo hasta que vino el grupo Correo y, como el Padrino, les hizo una oferta que no podían rechazar. Tanto, que un primo mío vio multiplicarse por nueve lo que había invertido. De pronto, casi sin haber puesto un duro, muchos periodistas se convirtieron en ricos muy ricos.
Ironizaba Manuel Alcántara que “nunca he visto el aparcamiento de un periódico tan lleno de coches de alta gama”.
Ahora, casi treinta años después de aquello, los periodistas son otros, jóvenes mayormente becarios; los que se enriquecieron se dispersaron sin alejarse demasiado. Y SUR ya no es un periódico malagueño; responde a los intereses de una empresa vasca y a los del PSOE, a los que muchos de los directivos actuales se deben por compromisos o lazos familiares.
SUR no ha dramatizado jamás el gravísimo perjuicio que representa la autonomía para Málaga. Éramos autónomos hasta 1979; después pasamos a estar bajo la férula de Sevilla. Lo que la junta ha dejado de invertir este año en Málaga representa unos 5.000 parados más. Pero SUR publica todos los días los comunicados de Miguel Ángel Heredia, casi literalmente. Comunicados que no hablan de realizaciones, porque no hay; esos comunicados producen “noticias” anticipadas muchos meses o años, sobre cosas que el PSOE “va a hacer”.
Tampoco LA OPINIÓN DE MÁLAGA es malagueño. Pertenece a una empresa catalana, y su principal nombre es Joaquín Marín, muñidor del “éxito” económico de la venta de SUR y psoísta acérrimo.
Y menos malagueño es MÁLAGA HOY, del grupo Joly; empresa gaditana abrazada al PSOE. Curiosamente, vemos casi a diario en este periódico noticias relativas a Cádiz, de carácter expresamente local.
MÁLAGA, PUES, NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA. Como el coronel que aguardaba su pensión casi como algo sobrenatural, los jóvenes malagueños viven el desasosiego de no tener qué esperar a la vista de nuestros DOSCIENTOS MIL PARADOS. Los periódicos los engañan para anestesiar su ira. Nadie les cuenta que lo suyo no es un malfario del todo inevitable; que está siendo fomentado desde Sevilla, donde hay 50.000 funcionarios con empleos perpetuos y muy bien pagados, a los que hay que mantener “como sea”. Inteligente lema del genio de la Moncloa.
Por suerte, CLARIDAD DIGITAL no va a callarse nada.

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