Los lectores españoles seguramente no imaginan la vida que los escritores podemos llevar.
Hay que señalar que en España hay muy pocos escritores que se dediquen en exclusiva a la literatura. Casi todos los nombres que ustedes pueden ver en las portadas de los libros corresponden a profesionales de otra cosa: profesores, periodistas, médicos, políticos, artistas y demás.
No hay muchos escritores profesionalizados en España, simplemente porque las editoriales catalanas, casi todas, se quedan con la mayor parte del dinero que nos corresponde por ley y de acuerdo con los contratos, con la complic idad del ministerio y la generalitat.
Se valen de argucias para no pagar más que una pequeña parte de lo que se comprometieron en contrato. Por lo general, los escritores contratamos por un ocho o un diez por ciento del precio de venta. Un precio de venta que se distribuye así: cincuenta o sesenta por ciento para los distribuidores y librerías, treinta por ciento para las editoriales y diez por ciento para el autor. Según la ley, es así, pero las editoriales –sin ninguna clase de escrúpulos-, ven muy tentador el dinero que administra del autor y por lo general recurren a la siguiente artimaña para quedarse con la mayor parte del dinero que el autor se gana: NO SUELEN INFORMAR DE LOS LIBROS VENDIDOS.
En cambio, envían a los autores unas planillas donde indican los libros entregados a los distribuidores, de los que restan los libros que los distribuidores les devuelven sin vender, y del resto, calculan el porcentaje contractual.
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DE ESE MODO, EDITORIALROCA SE APROPIA ILEGALMENTE DE UN 70 % DE LOS DERECHOS DE AUTOR DE LUIS MELERO.
UNA ESTAFA EN TODA REGLA
¿Harán igual las demás?
www.luismelero.com
viernes, 11 de marzo de 2011
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